Con 85 m² construidos, este ático te recibe con un interior bien distribuido, pensado para ofrecer confort y privacidad a partes iguales. Tres habitaciones exteriores, una de ellas con baño en suite, y un segundo baño completo garantizan funcionalidad tanto para la vida diaria como para estancias vacacionales.
El corazón de la vivienda es su salón-comedor amplio y bañado en sol, con salida directa a una de las dos amplias terrazas privadas. Un espacio para dejarse llevar por la luz del atardecer o desayunar con vistas abiertas y sin ruido, más allá del murmullo del puerto.
La cocina independiente, perfectamente ventilada, conserva su formato original, pero ofrece un gran potencial de transformación: puede abrirse al área social para crear un espacio contemporáneo, integrador, con alma.
Comodidades que elevan la experiencia
Plaza de aparcamiento en el mismo edificio
Trastero privado
Piscina comunitaria en impecable estado
Comunidad tranquila y bien gestionada por un conserje todo el año
Vivir aquí es tenerlo todo cerca pero sin renunciar a nada
Ubicado en una zona residencial consolidada y serena, este ático disfruta de la cercanía de la playa, los comercios, los restaurantes de autor y el ocio más selecto. Todo, a pocos pasos. Sin necesidad de coche. Sin renunciar a la tranquilidad.
Ideal tanto como residencia principal en la Costa Brava, como para quienes buscan una segunda vivienda con potencial de revalorización y alta rentabilidad en alquiler vacacional. Este ático representa esa rara conjunción entre ubicación, comodidad, estilo y visión a futuro.
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