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La propiedad se alberga dentro del Castillo de Vejer de la Frontera, situado en la parte más alta del Conjunto Histórico Artístico, sobre la base de una fortaleza árabe de los siglos X y XI en la época de Abderramán.
El acceso al castillo, a través de una puerta de herradura enmarcada en un alfiz, vestigio de origen árabe que aún se conserva del S. XI, nos lleva a uno de sus dos patios, el principal con un antiguo aljibe. Desde dicho patio de armas se pasa al edificio central de la zona sur, que se utilizó como residencia de los duques de Medina Sidonia. Ahí es donde se encuentra nuestra singular, única y exclusiva vivienda transformada hacia el año 1900 y posteriormente rehabilitada.
Se accede a través de una amplia escalera, y ya desde su entrada, en forma de galería con vigas de madera vista, se adivina una gran sala abovedada con vistas al jardín privado interior de unos 333m2: desde ahí también se adivinan las almenas, desde las que se contemplan unas vistas increíbles de la ciudad, la campiña y a lo lejos el mar. La gran sala con encanto original nos conduce a tres dormitorios, teniendo uno de ellos acceso a su impresionante azotea con vistas únicas, un baño completo, un segundo comedor, una cocina independiente que comunica con lavadero y otra azotea. La calefacción es eléctrica. Al fondo hay una gran habitación con múltiples funciones. Por otro lado, bajando una escalera que vuelve a comunicarnos con el patio principal tenemos otra gran sala. Estas dos grandes estancias podrían fácilmente transformarse en dos apartamentos completos de aproximadamente 75m2 cada uno. La vivienda, por su particular diseño y distribución, permitiría en sus 450m2, diferentes opciones de alojamiento.
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