Entre las calles de la villa de Manlleu encontramos un dúplex muy acogedor. Con sus 90 m² este hogar ofrece todo lo que una familia podría desear.
Nada más entrar una sala de estar luminosa te recibe, con vistas que se abren hacia el balcón, donde el sol del sur ilumina cada rincón con una calidez especial. A continuación te encuentras con una cocina coqueta, dotada de un pequeño office donde los desayunos tranquilos se convierten en rituales.
El suelo de gres te guía hacia las tres habitaciones, espacios llenos de serenidad, además de un estudio que parece hecho para crear, para leer o para soñar. Los detalles de carpintería de roble y los cierres de aluminio aseguran una calidad inmejorable, ofreciendo la elegancia de un espacio bien cuidado.
Si quieres que esta historia se convierta en tuya, llámanos. Estamos aquí para informarte y ayudarte a hacer realidad tus sueños.
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