Esta finca, construida en 1905 como fábrica de pasas, ha sido cuidadosamente preservada, manteniendo su pared de piedra seca original y azulejos artesanales de más de 100 años, que se reutilizarán en la zona de estar, aportando un carácter único al hogar.
Con un proyecto de ampliación aprobado para añadir hasta 80 m², la propiedad incluye tres dormitorios, dos baños y una espaciosa naya cubierta con impresionantes vistas al Montgó y al pueblo. Además, cuenta con ventanas de doble acristalamiento, conexiones completas de agua, electricidad y alcantarillado, y un depósito de agua de 40 m³.
Situada en un terreno de 2.910 m², con espacio para huerto y árboles frutales, la finca ofrece un entorno natural y tranquilo, a solo 5 minutos a pie del centro del pueblo. Una oportunidad única para vivir cerca de la naturaleza y disfrutar de vistas espectaculares.
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